La estrella de Wall Street que acabó como indigente en las calles de Nueva York
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Es una historia de gloria y derrumbe, de excesos y carencias, un ejemplo de cómo la vida de una persona puede trastocarse, en parte por los propios errores, en parte por las circunstancia, al grado máximo. Pero también es parte de una realidad más amplia, de un grave problema que agobia con fuerza creciente a la sociedad de Estados Unidos: la multitud de indigentes que, literalmente, habita las calles de las grandes ciudades del país.
El caso de William ‘Preston’ King y la campaña sobre la indigencia emprendida por la Sargeants Benevolent Association de Nueva York (SBANY) son ejemplos de ambas situaciones.
King tuvo de todo y hoy no tiene nada, de acuerdo al relato del periódico New York Post. Su foto fue una de las primeras en ser difundidas en la página de Flickr de la mencionada organización, en la que se realiza una campaña para documentar los numerosos y dramáticos casos de indigentes en las calles de Nueva York.
En la imagen se ve a un hombre dormido en el suelo sobre cajas vacías de pizza. Se le ve flaco y desaliñado, con un portafolio, un cuaderno y una botella de agua como sus únicas posesiones. En la página de Flickr de la SBANY no se identifica a King por su nombre, y la foto incluye solo una leyenda que dice "Este hombre está hambriento", en una punzante alusión al hecho de que el indigente duerme sobre cajas de pizza.
Pero cuando sus familiares lo reconocieron se supo más de su historia: King tiene hoy 52 años y fue en los años 80 un joven de enorme y precoz éxito, hablaba cinco idiomas y trabajó en grandes compañías de manejo de inversiones financieras como Merryl Lynch y Oppnheimer & Co.. Entonces se daba la gran vida: conducía un BMW, vivía en un amplio loft en Manhattan y gastaba a plenitud, incluidas costosas adicciones a caros licores y drogas, de acuerdo al Post. King fue incluso amigo de Jordan Belfort, el corredor de bolsa que fue famoso por su extraordinario éxito y caída y cuyas memorias ‘The Wolf of Wall Street’ se convirtieron en una popular película dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por Leonardo DiCaprio.
La caída de King fue, también, espectacular aunque no tuvo esos reflectores y resonancias. A lo largo de los años, perdió su empleo en Wall Street y no logró conservar otras oportunidades debido a sus adicciones, su matrimonio fracasó, el dinero se evaporó y tras años de problemas, de acuerdo a comentarios de sus familiares difundidos por el Post, entró a un centro de desintoxicación en enero pasado tras un incidente familiar. Al parecer sufría paranoia grave por causa de su adicción a fármacos y había robado dinero de su hermana.
Pero en algún momento desapareció de allí y sus familiares no sabían nada de su paradero hasta que lo reconocieron en la foto de SBANY, convertido en indigente en las calles de Nueva York.
La crónica de las peripecias de King muestran una historia sin duda singular, de una espectacular escalada a la cima y luego una continua caída con un sinfín de momentos críticos. Pero lo que muestra esa y el resto de las fotos de SBANY es una cuestión que va más allá de historias individuales y evidencia una grave llaga social: personas de todas las edades, razas y condiciones sobreviviendo apenas en las calles, muchas veces abatidos por las adicciones y las enfermedades, muchas veces cometiendo ellos mismos faltas en su trajín por solventar sus miserias y todo en un ambiente de desesperanza que contrasta con la opulencia de la gran ciudad en la que malviven.
De acuerdo a la televisora NBC, unas 56,000 personas residen en albergues en Nueva York y al menos otras 3,000 directamente en las calles. La SBANY lanzó su campaña para criticar lo que considera "políticas fallidas" del alcalde Bill de Blasio y pidiendo a la gente que documente en fotos la realidad de los indigentes en Nueva York y de los problemas que éstos sufren y crean.
En contrapartida, Di Blassio presentó apenas hace unos días un plan para atender a las personas con problemas de salud mental en Nueva York y también encarar el problema de la indigencia, que es en buena medida motivada por la falta de atención que sufren enfermos mentales, de acuerdo a NBC.
Sea como sea, el problema es hondo y de difícil, pero necesaria, atención. King tiene su historia pero cada uno de los indigentes tiene la suya, quizá menos sorprendente, quizá mucho más. Todos merecen, en todo caso, una nueva oportunidad de tener una vida digna, salir de las calles y rehacer sus destinos.
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